El bruxismo es más común de lo que imaginas. Muchas personas aprietan o rechinan los dientes sin darse cuenta, especialmente de noche.
El resultado es tensión en la mandíbula, dolor de cabeza, rigidez cervical e incluso desgaste dental. En consulta lo escuchamos con frecuencia: “me levanto con la mandíbula cansada”, “siento presión en las sienes”, “me crujen los dientes cuando estoy nervioso”. Y sí, un tratamiento de fisioterapia puede ayudarte con el bruxismo.
Qué es el bruxismo y por qué aparece
El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria. Puede ocurrir de día, pero lo más habitual es que aparezca durante la noche, mientras duermes. Esa es la razón por la que muchas personas no son conscientes de que lo padecen.
¿Por qué ocurre? No se debe solo a los dientes. En consulta vemos que intervienen varios factores: tensión acumulada en la musculatura de la cara y el cuello, situaciones de estrés o ansiedad, posturas mantenidas durante horas e incluso problemas de alineación mandibular. Todos ellos generan una sobrecarga que acaba manifestándose en forma de bruxismo.
A menudo son las molestias al despertar —mandíbula cansada, dolor en las sienes o rigidez en el cuello— o los comentarios de la pareja quienes dan la pista. Cuando ya aparecen desgaste dental o dolor intenso, el problema suele estar más avanzado. De ahí la importancia de detectarlo y tratarlo cuanto antes.
Cómo tratamos el bruxismo desde la fisioterapia
En Páez y Olivo trabajamos el bruxismo con un enfoque global. Nuestro objetivo no se limita a relajar la mandíbula, sino que va más allá: entender qué está causando la tensión y enseñarte a controlarla. Para ello combinamos:
- Terapia manual en músculos de la cara, cuello y zona cervical para liberar sobrecargas.
- Ejercicios específicos que te ayudan a relajar y fortalecer la musculatura mandibular.
- Trabajo postural para mejorar la posición del cuello y la cabeza.
- Consejos prácticos para manejar el estrés y evitar que la mandíbula vuelva a sobrecargarse.
Cuando reduces la tensión muscular, los síntomas desaparecen poco a poco: disminuye el dolor, mejora la apertura de la boca y notas menos presión en la zona de las sienes.
Lo que suele sorprender a los pacientes
Muchos pacientes llegan pensando que el bruxismo es solo un problema de los dientes. Y descubren que, al soltar la tensión del cuello, mejorar la postura y aprender a relajar la cara, los síntomas empiezan a bajar.
La fisioterapia no reemplaza al dentista, pero sí se convierte en una ayuda que completa su trabajo, porque llega a la raíz muscular y postural del problema.
Recomendaciones que puedes empezar hoy
- Aplica calor local en la zona de la mandíbula para relajar la musculatura.
- Evita masticar chicle o alimentos muy duros durante un tiempo.
- Practica respiraciones profundas antes de dormir para soltar la tensión.
- Haz pausas si trabajas frente al ordenador y relaja hombros y cuello.
Recupera el bienestar de tu mandíbula
Si sufres bruxismo, el tratamiento fisioterapéutico puede ayudarte a que este problema deje de condicionar tu día a día. Con un plan bien adaptado, puedes aliviar la tensión mandibular y mejorar tu calidad de vida.
En Páez y Olivo te acompañamos en ese proceso, poniendo a tu disposición nuestra experiencia con pautas sencillas que te devuelven la tranquilidad de moverte, sonreír y descansar sin dolor.